“El mundo está lleno de apariencias.
Apariencias que las personas aman tanto
porque son máscaras que esconden su verdadero ser.
Entonces sonríen para ocultar su verdadero odio,
cierran sus ojos para tolerar ciertas actitudes,
acuden al silencio para no decir realmente lo que piensan
y compran costosos objetos para demostrar que ellos son mejores.
Sí, a las personas les encanta aparentar.
¡Qué lástima!
Porque la verdadera felicidad llega,
cuando empezamos a ser nosotros mismos
y a valorarnos por lo que somos.”